Te contamos de qué se trata la agricultura de precisión y cómo está transformando el sector agrícola.
La agricultura de precisión utiliza tecnologías de última generación para observar, medir y dar respuesta a las distintas variables en los campos de cultivo.
En Argentina, este enfoque agrícola comenzó a ganar popularidad en 1996, cuando aparecieron los primeros sistemas de GPS y las herramientas de mapeo de productividad. En aquel momento, aunque había un sostenido avance de los equipos electrónicos, el conocimiento agronómico no era tan sólido como lo es hoy.
En la actualidad, tanto en Argentina como en el mundo, la agricultura de precisión se apoya en amplios conocimientos y proporciona grandes beneficios.
Beneficios de la agricultura de precisión en la modernización agrícola
Optimización de recursos y rendimientos
Uno de los enfoques principales de la agricultura de precisión es la optimización de recursos y el mejor rendimiento de los cultivos.
Gracias a tecnologías avanzadas como los sistemas de GPS y sensores inteligentes, los agricultores pueden tomar decisiones informadas a la hora de gestionar sus cultivos, lo que resulta en un uso más eficiente de los recursos, aumento de los rendimientos y reducción de desperdicios.
Según un informe de la consultora en inversiones Goldman Sachs, la adopción generalizada de la tecnología en los procesos agrícolas podría incrementar los rendimientos del campo en más del 70%.
La implementación de tractores controlados a distancia, por ejemplo, permite una labranza precisa sin dañar el suelo, utilizando menos agua y nutrientes.
Además, la utilización de drones permite inspeccionar áreas específicas de cultivos sin que los agricultores tengan que ingresar a los campos, identificando la presencia de plagas o si las plantas requieren nutrientes o riego adicional.
La agricultura de precisión también permite la siembra de granos adecuados a cada metro de tierra cultivable y la gestión exacta de agroquímicos. También identifica a las enfermedades o plagas antes de que se expandan.
En Argentina, el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) tiene un sistema de alarmas que avisan a los productores posibles picos de enfermedades e insectos, lo que los ayuda a prevenir y tener una visión más crítica a la hora de recorrer los terrenos.
Reducción de costos operativos
La incorporación de la agricultura de precisión con tecnologías de punta permite reducir significativamente los costos operativos, siendo una gran ventaja para las empresas agrícolas.
Las herramientas que brindan datos precisos y en tiempo real sobre los terrenos cultivados, posibilitan la automatización de procesos en todas las etapas de fertilización, siembra, cultivo, pulverización y cosecha.
Esto se traduce en una optimización de las compras de insumos, reduciendo los costos e incrementando los rendimientos.
Un ejemplo concreto es la instalación de sistemas de GPS y sensores en las cosechadoras, que permiten calcular exactamente el volumen de cosechas e identificar las zonas más productivas. Así se pueden aplicar semillas y fertilizantes en dosis diferenciadas, resultando en una disminución de insumos y, por lo tanto, de costos.
Otro ejemplo es el uso de coadyuvantes de última generación, que contribuyen a mejorar la calidad de los tratamientos, permitiendo reducir las dosis o prolongar el tiempo de acción de las sustancias en las hojas de las malezas. Esto no solo reduce los gastos, sino que también son prácticas más respetuosas con el medio ambiente.
Si queres conocer más de otras herramientas que mejoran la producción agrícola, visitá este artículo.
Mejora de la calidad de los cultivos
La agricultura de precisión no solo optimiza la gestión de los recursos y reduce costos sino que también es clave para mejorar la calidad de los cultivos.
Mediante los controles rigurosos de las condiciones de cada terreno se pueden aplicar tratamientos precisos y obtener cultivos más consistentes y de mejor calidad.
En el caso de los cultivos hortícolas, por ejemplo, se le da más importancia al tamaño, color y sabor, lo que a menudo implica la implementación de medidas de control de plagas para evitar futuros daños. En cultivos más extensivos, se presta atención a aspectos como la presencia de granos partidos, verdes o enfermos.
Cada tipo de cultivo tiene sus propias necesidades, y es ahí donde radica la importancia de la agricultura de precisión, que logra identificar y abordar las demandas de cada uno y así mejorar el rendimiento.
Tecnologías clave en la agricultura de precisión
Para un aprovechamiento máximo de la agricultura de precisión, es fundamental conocer las tecnologías más utilizadas. Te contamos sobre tres de ellas:
Sistemas de posicionamiento global (GPS) en la agricultura
El sistema de posicionamiento global (GPS), cumple un papel crucial al proporcionar información precisa sobre la ubicación de los equipos y cultivos en el campo.
Gracias a este sistema se pueden crear mapas detallados de los campos, facilitando la planificación de siembras, aplicaciones de insumos y seguimiento de las máquinas, pudiendo tomar decisiones en tiempo real. También facilita la toma de muestras de suelo en diversas zonas para evaluar nutrientes, niveles de pH y otros datos que se usan para calcular las tasas variables y optimizar la siembra y la fertilización.
Además permite identificar las áreas afectadas por plagas para que luego las avionetas o drones puedan fumigar sin necesidad de que los trabajadores estén señalizando en la tierra.
El GPS, es sin dudas una herramienta esencial para la agricultura de precisión, que desde su aparición revolucionó la manera de cultivar y gestionar los campos.
Uso de drones para monitoreo y mapeo de campos
Los drones sobrevuelan los campos para recopilar datos aéreos sobre el estado de los cultivos y detectar problemas como la sequía, enfermedades o falta de nutrientes. Esto facilita que los agricultores puedan responder inmediatamente.
También se usan para generar el mapeo de campos y proporcionar información detallada sobre la productividad.
Algunas de sus funciones son:
- Drones para fumigación y pulverización: ideales para aumentar la efectividad de las aplicaciones de fitosanitarios. Pueden programarse para llegar a zonas del terreno de difícil acceso. Al estar conectados a equipos y herramientas, pueden controlar malezas, plagas y enfermedades, permitiendo el ahorro de tiempo e insumos.
- Drones para fertilización: aplican fertilizantes de acuerdo a las indicaciones previamente detalladas por zonas geográficas, cubriendo las necesidades del cultivo de acuerdo a los parámetros de la agricultura de precisión.
- Drones de siembra: pueden programarse para la siembra de campos, con la recopilación de información de los terrenos.
Además de estos usos principales, es interesante destacar el uso de drones para ahuyentar a las aves que atacan los cultivos.
Sensores inteligentes y monitoreo en tiempo real
Los sensores son la columna vertebral de la agricultura de precisión, ya que permiten recopilar datos en tiempo real sobre las variables como humedad del suelo, temperatura y salud de las plantas. Esta información luego es usada por los agricultores para tomar decisiones optimizando el riego, la fertilización y otros aspectos del cultivo.
Las nuevas tecnologías de detección inteligente permiten a los agricultores monitorear de forma remota la población de plagas de sus campos en tiempo real y tomar medidas inmediatas para proteger sus cultivos, utilizando servicios en línea y tablets.
Algunos de los sensores disponibles son:
- Sensores ópticos: utilizan la luz para medir las propiedades del suelo y se pueden colocar en vehículos o drones.
- Sensores electroquímicos: se montan en trineos de diseño especial y mapean datos químicos del suelo, proporcionando los niveles de nutrientes y pH.
- Sensores mecánicos: evalúan la compactación del suelo en relación con el nivel variable de compactación. Emplean un mecanismo que atraviesa el suelo y registra la fuerza medida por celdas de carga.
- Sensores de humedad: miden los niveles de humedad utilizando la constante dieléctrica, una propiedad que varía según el contenido de humedad del suelo.
- Sensores electrónicos: se colocan en tractores para controlar las operaciones y luego se usan sistemas de comunicación vía satélite y celular para transmitir esos datos a las computadoras.
- Sensores de flujo de aire: evalúan la permeabilidad del aire del suelo. La salida deseada es la presión requerida para empujar una cantidad predeterminada de aire al suelo a una profundidad prescrita.
En un mundo en constante transformación, la agricultura también se reinventa, aprovechando las tecnologías más avanzadas para lograr cultivos más eficientes y sostenibles y enfrentar los desafíos del futuro con sólidas bases.
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