Con la llegada del frío, aumentan las consultas y dudas para lograr el mayor confort a la hora de sentirse cálido.
Seguramente, estas preguntas se encuentran actualmente en tu cabeza si estás pensando en cómo calefaccionar una casa: ¿Aire acondicionado o estufa? ¿Gas o electricidad?
Sin dudas, el bolsillo no pasa desapercibido en esta decisión: ¿Cuánto invertir en equipamiento? ¿Qué monto vendrá en mi próxima factura de luz o gas? ¿Qué es lo más conveniente en definitiva?
A la hora de tomar decisiones en cómo calefaccionar una casa, entre los equipos que funcionan mediante distribución de agua, la losa radiante es el sistema más amplio, efectivo, limpio, confortable y saludable que existe. Estamos hablando de un mecanismo que se encuentra bajo el piso, con aguas a temperaturas de entre 35 y 40 grados, que le dan calor al hogar. Este sistema ahorra costos fijos en pagos de servicios y al estar de forma subterráneo, nos da mayor espacio. Sin embargo, de las opciones para calefaccionar una casa es de las más costosas en su inversión inicial, calcular entre $120.000 a $150.000 los costos de instalación con los materiales incluidos, en un espacio de 75 m2.
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Si no se cuenta con ese dinero, se puede optar en una opción con igual concepto pero un poco más económica, cuando pensamos en cómo calefaccionar una casa. Estamos hablando de radiadores murales, que tienen como diferencia el radiador que va pegado a la pared y que además de ocupar espacio, no tiene el sistema bajo el piso. En este caso, se trata de tuberías de agua con calefacción, que irán a estos paneles con agua caliente proveniente de una caldera. En este caso, el costo promedio para que funcione el combo completo, es de unos $30.000 a $50.000.
Si vamos a los artículos que funcionan con gas natural, el más popular es la estufa de tiro balanceado, debido a su rendimiento, eficiencia e inversión inicial. Además, brindan comodidad, salud (despiden el monóxido de carbono al exterior) y seguridad. El costo para calentar un espacio de 75 m2 es de entre $7.500 a $10.000.
Si al pensar en cómo calefaccionar una casa nos vamos para el lado de los artefactos eléctricos, podemos pensar en estufas de cuarzo, paneles o aires acondicionados. En común, cada una de estas opciones tiene mayor simpleza en la instalación, sin la necesidad de utilizar caños o tuberías, por lo que son ideales si se quieren incluir en una casa recién comprada que no tenga todo el sistema establecido. Más allá del tipo de producto a comprar, que seguramente hará variar la inversión inicial, lo que debe considerarse es el consumo mensual que tendremos a raíz de lo que gastemos de luz. Para eso, debemos entender cuánto es que gasta el producto de luz, con el fin de que esa practicidad ahorrada en un comienzo por lo fácil que es de que funcione, no sea un dolor de cabeza a futuro con las sucesivas facturas de luz que paguemos.