La diversificación de cultivos es esencial para la sostenibilidad del medio rural. Conocé los grandes beneficios de esta práctica agrícola.
A lo largo de la historia, la diversificación de cultivos ha sido una práctica clave dentro de la agricultura sostenible, siendo de gran importancia para la seguridad alimentaria, el desarrollo económico y la preservación del medio ambiente. En este post te contamos en qué consiste este enfoque, sus ventajas y las estrategias para llevarlo a cabo.
Definición de la diversificación de cultivos
La agricultura sostenible es un sistema de producción que permite cuidar los suelos agrícolas, optimizar el uso del agua, reducir los costos operativos e incrementar el rendimiento de los campos. Una de sus técnicas fundamentales es la diversificación de cultivos.
Este método consiste en alternar diferentes tipos de cultivos en un mismo terreno durante periodos específicos. A diferencia de los monocultivos, que se dedican a una única planta de forma continua, la diversificación implica rotar plantas pertenecientes a distintas familias, como cereales, legumbres, hortalizas y frutas.
Las plantas cultivadas absorben los nutrientes presentes en el suelo, lo que requiere una reposición de éstos antes de volver a sembrar. En el pasado, esta reposición se realizaba con fertilizantes químicos, que aunque cumplían con su propósito, terminaban por crear una dependencia perjudicial en las plantas, haciendo que fuera necesario utilizar cada vez más cantidades. La diversificación de cultivos permite una reposición de forma natural, a la vez que ayuda a prevenir la erosión del suelo, reducir la dependencia de pesticidas y herbicidas y fomentar la biodiversidad en la zona.
Esta técnica se usa en distintas partes del mundo, especialmente en países en desarrollo, donde los agricultores realizan sus siembras en combinaciones (policultivos o cultivos intercalados) más que en monocultivos o cultivos aislados.
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Beneficios de la diversificación de cultivos
- Optimización de la salud del suelo: la diversificación de cultivos ayuda a mejorar la fertilidad del suelo al evitar el agotamiento de nutrientes específicos. Esta práctica promueve una mayor porosidad del suelo en distintos niveles, gracias a las variadas estructuras radiculares de las plantas. Además, algunas plantas dejan residuos que actúan como una capa protectora contra la erosión causada por vientos y lluvias.
- Eficiencia económica: los policultivos suelen ser más rentables que los monocultivos ya que distribuyen los costos en las distintas especies cultivadas en una misma zona. Por otro lado, dado que la rotación de cultivos sirve para reponer nutrientes al suelo, se reduce la necesidad de comprar fertilizantes.
- Reducción del uso de pesticidas: en la agricultura tradicional, las plagas se combaten con productos químicos que contaminan el medioambiente. La diversificación de cultivos interrumpe los ciclos de plagas al cambiar los tipos de cultivos, privando a las pestes de su alimento principal y reduciendo el impacto ambiental al utilizar menos pesticidas.
- Mayor rendimiento de los cultivos: la siembra de distintos cultivos en un área suele producir un rendimiento superior en comparación con el mismo espacio que es sembrado con un solo tipo de cultivo. Esto es especialmente importante en lugares con parcelas pequeñas, donde la producción de cultivos está limitada por la cantidad de tierra que se puede preparar en un tiempo determinado.
- Seguridad alimentaria: cultivar una variedad de alimentos reduce la dependencia de un solo cultivo. En casos de malas cosechas o enfermedades que afectan a un tipo de planta, las comunidades tienen acceso a otros alimentos nutritivos.
Estrategias para diversificar los cultivos
Ahora que sabemos qué beneficios tiene la diversificación de cultivos, veamos algunas estrategias para garantizar el éxito a la hora de implementar esta práctica:
- Cultivos anuales: deben plantarse en una ubicación específica solo durante un año. La rotación es esencial para evitar el agotamiento del suelo.
- Diversidad nutricional: es necesario planificar la diversificación de cultivos considerando sus necesidades nutricionales. Por ejemplo, después de las leguminosas, conviene optar por cultivos con menor demanda de nitrógeno
- Evitar especies similares: en lo posible debe evitarse plantar dos especies similares una detrás de otra, ya que podrían tener demandas nutricionales similares y atraer a las mismas plagas.
- Sistemas radiculares y residuos: se recomienda plantar algún cultivo cuyo sistema radicular sea profundo y otro que deje una cantidad de residuos significativa.
- Agrupación estratégica: cuando se cultive más de una variedad al mismo tiempo, conviene agrupar en función de la familia de cultivos, el tiempo de crecimiento y necesidades nutricionales.
- Abonos verdes: hay que incluir siempre abonos verdes, priorizando la producción de biomasa para mejorar la cobertura y contenido de la materia orgánica del suelo.
- Planificación: para planificar la rotación deben considerarse los efectos de un cultivo sobre el siguiente, como la compatibilidad entre ellos, la resistencia a plagas y enfermedades, la producción de biomasa y las necesidades nutricionales.
Tipos de cultivos que se pueden diversificar
Los tipos de cultivos que pueden diversificarse son variados y dependen en gran medida de las condiciones locales y las necesidades de los agricultores. El objetivo principal es alternar plantas de distintas familias con necesidades nutricionales diferentes.
Los tipos de rotación de cultivos más eficaces combinan plantas con distintos tipos de crecimiento, como sistemas radiculares profundos y superficiales, y distintas capacidades de extracción de nutrientes y agua. En base a las estrategias que vimos en el punto anterior, algunos ejemplos de rotación de cultivos podrían ser:
- Trigo-girasoles-barbecho
- Maíz-avena-alfalfa o tréboles-barbecho o pasto
- Zanahorias – trigo – espiga (pasto azul)
La diversificación de cultivos es una práctica muy necesaria para la agricultura sostenible, aportando beneficios para el medio ambiente y la sociedad. Si bien la elección de los cultivos a diversificar está sujeta a múltiples factores, su impacto positivo es innegable.
La creciente especialización agrícola, impulsada por la demanda global y la industrialización de los sistemas alimentarios, han llevado a disminuir la variedad de cultivos en muchas regiones rurales. Para enfrentar desafíos como la falta de acceso a semillas y conocimientos agrícolas, es fundamental que existan políticas que fomenten la diversificación de cultivos. Esto puede incluir el raspaldo a los agricultores para acceder a semillas locales, capacitaciones en prácticas agrícolas sostenibles y educación sobre los beneficios de esta práctica.
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