La recesión que viene atravesando nuestro país, desde hace dos años, y que venía causando una fuerte crisis en el sector inmobiliario, sumada a la prolongada cuarentena debido a la pandemia provocada por el COVID 19, ha generado una situación muy complicada, particularmente, en el sector de los locales comerciales. Esto, puede constatarse a partir de los cierres que han venido produciéndose, desde que empezó a prolongarse el aislamiento obligatorio, y que según lo que indica la Cámara Argentina de Comercio, ha hecho incrementar, sustancialmente, el número de locales para la venta y alquiler en los principales corredores comerciales. Dicho estudio indica que la cantidad de locales en oferta, en el mes de Junio de 2020 con relación al período pre cuarentena, aumento un 203 % pasando de 114 locales en el primer bimestre de este año a 345 en junio pasado. La icónica calle Florida, es tal vez, la muestra más acaba de ese incremento sustancial de locales cerrados, debido a la cuarentena, a la sustancial caída del consumo, y la carencia de turistas. Situación similar puede observarse en las demás Avenidas principales, donde están los principales focos comerciales de la Ciudad de Buenos Aires.
Un relevamiento realizado por FECOBA (Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires) indica que un 18 % de los locales que cerraron sus puertas desde que empezó la cuarentena, a mediados de marzo, ya no volverán a reanudar sus actividades. Esto se debió a que los comerciantes estuvieron mucho tiempo sin trabajar, y por ello, lograron una escasa o nula facturación, con la que no lograr cubrir los gastos del comercio, incrementando deudas y en muchos casos, tuvieron que cerrar sus negocios.
Ante esta situación tan particular, propietarios y locatarios han ido consensuado acuerdos, con la intención de facilitar el cumplimiento de los contratos, en este contexto tan complicado. Normalmente, las partes han acordado algún beneficio para hacer posible el pago del alquiler, como por ejemplo, una quita de un porcentaje sobre el precio del mismo, que van desde un 30 %, siendo la mayoría superior al 40 %, que es, el porcentaje más concedido por los locadores a sus locatarios. En otros casos, los propietarios a partir de una actitud muy colaborativa y entendiendo el contexto inmensamente desfavorable, esta han condonado algunos períodos a los inquilinos, con el fin de afrontar el difícil momento que han viven los comerciantes en esta etapa de cuarentena. En muchos casos, la quita sobre el precio de los alquileres sería de 2 a 3 meses, aunque también hay casos en los que la reducción ha llegado a 3 a 6 meses.
Según indica un relevamiento de CUCICBA (Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires) habría, actualmente, un 22% de los inquilinos de locales devolvieron la llave, un 20% está en un impasse sin pagar, un 26% está renegociando y un 32% está pagando por semana o quincena.
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Hoy es muy difícil hacer un diagnóstico certero, acerca de la situación de los alquileres comerciales, ya que eso dependerá mucho de la relación y los acuerdos entre los locadores y locatarios. Seguramente en el mes de Septiembre u Octubre, cuando la actividad económica este transitando carriles más razonables, habrá algunos alquileres que posiblemente, bajarán por el incremento de precios a raíz de la inflación, y baja de consumo consiguiente, debido a que los mismos están sujetos a la facturación del local; y por otro lado, estarán aquellos que se vieron favorecidos por la cuarentena, como ser las farmacias, perfumerías, supermercados, negocios de venta de comestibles, que podría verse afectados por un aumentos en su alquiler. En relación a la expectativa que tienen los locatarios, se podría decir que vislumbran una reducción sustancial de los alquileres que podría estar por encima del 40 %, mientras que los locadores consideran, en su mayoría, que la baja podría estar dentro del 20 %.
Por otro lado, así como se cierran locales, algunas empresas salen en busca de esos lugares que quedaron vacantes, en las mejores arterias comerciales de la ciudad, ya que los valores de los alquileres son muy recomendables. También están aquellos que estaban dentro de los shoppings, y que se vieron muy afectados, y ahora buscan establecerse en locales a la calle, sobre las principales arterias comerciales de la ciudad.
Este momento de crisis puede generar, por un lado situaciones altamente críticas para algunos comerciantes, y por otro lado, grandes oportunidades para las empresas que aspiran tener presencia en los mejores lugares, antes muy difíciles de conseguir.