En la era de la transición energética, Argentina busca agregar valor al litio, un mineral estratégico.
El litio se ha convertido en un elemento esencial para la fabricación de baterías, desempeñando un papel crucial en la transición energética.
En la actualidad, Argentina, Chile y Bolivia conforman el Triángulo del Litio, albergando los salares que contienen el 56% de los recursos mundiales. Se estima que nuestro país posee el 22% de los recursos del planeta, concentrados en las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca.
Las inversiones, el desarrollo tecnológico y las estrategias específicas son los pilares para optimizar la explotación del litio y volverla más eficiente, generando un valor agregado a este material.
El litio, un mineral estratégico para la transición energética
Aunque el litio no es un metal escaso, su potencial de crecimiento lo convierte en uno de los más interesantes de los últimos tiempos.
Siendo el metal más ligero y con el mayor potencial electroquímico, es esencial en la transición energética global. Su capacidad para almacenar energía lo convierte en el componente clave de las baterías de iones de litio, utilizadas en dispositivos móviles, vehículos eléctricos y en almacenamiento de energías renovables, como la solar o eólica.
Argentina, junto con Chile y Bolivia, contienen casi el 60% de los recursos mundiales de este material, situándose estratégicamente en la producción de litio a nivel global. A pesar de esto, la participación de Argentina en la producción de derivados del litio, apenas supera el 30% de la producción mundial. Esto indica la necesidad de que nuestro país diseñe y lleve a cabo estrategias para maximizar la utilización de este recurso.
Las estrategias del país para agregar valor al litio
Argentina se está enfocando en desarrollar capacidades para el procesamiento y refinamiento local del litio, buscando añadir valor a toda la cadena, desde la extracción hasta la fabricación de productos derivados.
La formulación de una estrategia exitosa implica construir consensos entre el Estado, las provincias y la sociedad, dada la implicancia socioambiental del procesamiento de este mineral, sobre todo en los salares del norte.
En este sentido, en el 2021 se creó la Mesa del Litio, integrada por Catamarca, Jujuy y Salta, junto al Gobierno Nacional, para consensuar acciones que fomenten la integración regional y permitan negociar mejores condiciones para el desarrollo socioeconómico.
La participación de YPF en la Mesa, a través de su brazo tecnológico Y-TEC, también es clave para alcanzar un desarrollo integral. La colaboración de una entidad como YPF, con sus 100 años de experiencia y recursos, contribuye a la implementación efectiva de las acciones acordadas.
Adicionalmente, la decisión de revertir áreas en La Rioja, en el marco de una ley provincial que declara al litio como recurso estratégico, es una medida positiva con el potencial de acelerar los procesos de exploración y explotación en esta provincia, fortaleciendo aún más la posición de Argentina en la industria del litio a nivel nacional e internacional.
Otro hito significativo fue el acuerdo entre YPF y CAMYEN (Catamarca Minera y Energética) para el desarrollo de un proyecto exploratorio del metal en la zona de Fiambalá, en el departamento de Tinogasta.
El desarrollo tecnológico del litio en Argentina
El progreso tecnológico del litio en nuestro país, se ve impulsado por la participación activa de Y-TEC, que desempeña un papel fundamental involucrándose en todas las fases de la cadena de valor, desde la extracción y purificación de sales de litio hasta la producción de materiales para baterías, así como el ensamblaje de baterías y celdas para aplicaciones específicas.
Además, Y-TEC colabora con instituciones científicas para incorporar los avances tecnológicos en la explotación industrial y comercial del litio.
YPF Litio, junto con Y-TEC y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET), llevan a cabo investigaciones que buscan materiales activos para baterías de litio, con el objetivo de mejorar su eficiencia y rendimiento.
Entre los numerosos proyectos en desarrollo, se destaca un centro estratégico ubicado en La Plata, Buenos Aires, dedicado a la producción de celdas y baterías de ion-litio, así como otra planta de fosfato de hierro de litio para abastecer a dicho centro.
Las inversiones en investigación y desarrollo tecnológico fortalecen la competitividad y contribuyen al avance global en tecnologías relacionadas con este mineral.
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Los beneficios de agregar valor al litio
La implementación de estas estrategias y proyectos no solo añaden valor al sector del litio en el país, sino que también permiten desarrollar capacidades propias de almacenamiento de energías renovables.
Este enfoque hacia la autonomía tecnológica contribuye al fortalecimiento de las exportaciones y brinda la posibilidad de transferir energía a pequeñas y medianas empresas interesadas en la fabricación de baterías de litio.
Agregar valor al litio en cada una de las etapas de producción, no solo es una estrategia económica, sino una apuesta por un futuro sostenible.
Además, al impulsar la investigación y desarrollo, se crean nuevos puestos de trabajo y se reduce la dependencia del país de las fluctuaciones de los mercados internacionales.
Este enfoque integral beneficia a la economía actual y establece las bases para un desarrollo sostenible, posicionando al país como referente en innovación y sostenibilidad.
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