La crisis de microchips podría estar llegando a su fin. Conocé las causas de la escasez, qué industrias se han visto afectadas y qué podemos esperar para el futuro.
Los microchips, también conocidos como semiconductores, se utilizan en smartphones, electrodomésticos y automóviles, entre otros objetos electrónicos que utilizamos a diario, y son componentes imprescindibles para la fabricación de estos productos.
Hace algunos años, los chips comenzaron a escasear, principalmente debido al rápido aumento en la demanda, que superó la capacidad de fabricación disponible. Esta situación ha sido de tal gravedad que ha afectado a más de 150 industrias, provocando importantes aumentos de precios.
Afortunadamente, los expertos en la materia aseguran que esto está a punto de cambiar. Se espera una mejora sustancial para este 2024, que traerá estabilidad en la disponibilidad de microchips.
Causas que desataron la escasez de microchips
La crisis mundial de microchips tiene sus raíces en distintos factores, siendo la pandemia de COVID-19 el principal desencadenante.
Pandemia de COVID-19
Con la pandemia, la producción se paralizó durante varios meses por el cierre de las fábricas, pero al mismo tiempo, la demanda de productos electrónicos aumentó, por lo que así también lo hizo la demanda de chips para esos productos.
La cuarentena en todo el mundo impulsó el teletrabajo y la educación a distancia, lo que aceleró la necesidad de comprar dispositivos electrónicos como smartphones, tablets, computadoras y periféricos de red.
Esta combinación de aumento de la demanda y reducción de la oferta, dio lugar a una crisis sin precedentes en la disponibilidad de chips, causando la escasez de distintos productos en las tiendas.
Guerra comercial entre China y Estados Unidos
En septiembre del 2020 las tensiones económicas entre China y Estados Unidos se intensificaron. El Departamento de Comercio de EE.UU. impuso restricciones al principal fabricante de chips de China, Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), dificultando sus ventas a empresas con presencia en EE.UU.
Esto obligó a las empresas a buscar alternativas, recurriendo a otras plantas de fabricación como Taiwan Semiconductor Manufacturing Company Limited (TSMC) y Samsung. Sin embargo, estas fábricas ya estaban operando al máximo de su capacidad.
Desastres naturales
Por si fuera poco, distintos desastres naturales golpearon a la industria de los microchips. Desde tormentas que forzaron el cierre de dos plantas en Austin, Texas, hasta la peor sequía de Taiwán en medio siglo, que afectó a la producción debido a la necesidad de agua pura para la limpieza de fábricas y obleas.
También causaron estragos los incendios, como el ocurrido en una planta de semiconductores de Asahi Kasei en octubre del 2020 y en la fábrica japonesa de Renesas Electronics en 2021, uno de los mayores proveedores mundiales de microchips para autos.
Además, la planta de ASML en Berlín, que produce equipos esenciales para la producción de chips, sufrió un incendio en enero del 2022, agravando aún más la situación.
Industrias afectadas por la escasez de microchips
Automotriz
La industria automotriz ha sido una de las más afectadas por esta crisis. Para entender la magnitud del problema, es importante saber que un automóvil promedio puede contener hasta 1500 chips, y en algunos casos hasta 3000.
Cuando comenzó la pandemia en 2020, los fabricantes de autos tomaron la decisión de cancelar los pedidos de chips, anticipando, erróneamente, una caída en las ventas. Sin embargo, la demanda se disparó inesperadamente, lo que resultó en una grave escasez de chips en el sector.
A pesar de que en el primer trimestre del 2023 la facturación de las compañías de microchips disminuyó un 8,7% en relación al trimestre anterior, se mantuvo por encima de los niveles pre pandemia, lo que indica una recuperación gradual para esta industria.
Tarjetas gráficas y consolas de videojuegos
Otro rubro que se vio afectado por la escasez mundial de microchips fue el de las tarjetas gráficas. El auge de la minería de criptomonedas en 2021, aumentó la demanda de chips, dificultando la adquisición de componentes.
Por otro lado, durante la cuarentena por la pandemia, mucha gente recurrió al entretenimiento en sus hogares, por lo que la demanda de microchips aumentó aún más.
Empresas como Microsoft y Sony reportaron una demanda sin precedentes de sus nuevas consolas, que utilizan chips AMD fabricados por TSMC (uno de los principales fabricantes de chips).
Electrónica de consumo
La crisis de microchips tuvo un impacto significativo en la industria electrónica de consumo en general. Desde smartphones hasta electrodomésticos, esta falta ha afectado la disponibilidad de distintos productos en el mercado.
Incluso gigantes como Apple, se vieron obligados a reducir pedidos de chips durante el 2023, afectando la disponibilidad de sus productos como los últimos modelos de iPhone y Mac.
Pronóstico de la crisis de microchips
Ante esta problemática, a todos nos surge la duda: ¿Cuándo terminará la escasez de microchips? En principio las noticias son alentadoras. Según distintas consultoras, se espera que la situación comience a mejorar a partir de este año.
En este sentido, se prevé que las inversiones realizadas para aumentar la capacidad de fabricación comiencen a dar frutos y que nuevas plantas de fabricación entren en funcionamiento.
La consultora IDC proyecta una mejora del 20% para este año frente a la caída del 12% del año pasado, un crecimiento dado por la expansión de la memoria de alto ancho de banda, la recuperación de la demanda en smartphones y el impulso de la Inteligencia Artificial (IA).
Por su parte, la consultora Gartner, prevé una recuperación en los ingresos, que estima que alcanzarán los 624.000 millones de dólares, un 16,8% más que en 2023.
En otro orden de ideas, recientemente entró en vigor la Ley Europea de Chips, diseñada para reforzar la competitividad y la resiliencia de Europa en las tecnologías y aplicaciones de semiconductores, así como para contribuir a la transición digital y ecológica.
La escasez de chips y la expectativa de que la demanda de los mismos se duplique para el año 2030, dejan en claro que Europa no puede depender exclusivamente de las cadenas de suministro de chips existentes.
Mediante esta Ley de Chips, la Unión Europea busca duplicar la cuota de mercado actual hasta alcanzar el 20% en 2030.
Mientras nos acercamos al final de la crisis de microchips, es importante revisar el impacto que ha tenido en las empresas y consumidores. Con esto, se ha visibilizado la necesidad de fortalecer las cadenas de suministro, diversificar las fuentes y adoptar medidas ante futuros desafíos.
A su vez, la crisis impulsó la innovación, haciendo que las empresas busquen soluciones creativas para mantener sus operaciones y optimizar sus procesos.
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