Revalorización del arte por las subastas

Los ricos concentran la compra y venta a nivel mundial

 

Las revoluciones aparecen en la vida diaria para cambiarlo todo. A partir de eso, nada será como era y tendrá que adaptarse a lo nuevo. Esto puede aplicar a muchas actividades, pero si hablamos del arte, podemos decir que existe una revalorización de esta disciplina por las subastas que se dieron en los últimos tiempos. Esa forma de concretar operaciones, que se intensificó aún mas durante la pandemia, trajo consigo no solo la consolidación de un modelo comercial, sino también una consecuencia socioeconómica que tiene relación con la concentración de poder por parte de las personas más ricas del mundo.

Una subasta es el arte de conectar el mundo de la demanda y oferta, a través de lo que los oferentes estén dispuestos a pagar. Ellos mismos, a partir de una puja entre partes, son los que terminan por definir el valor de un objeto. Si bien el mundo las observa y sigue, de acuerdo a lo que sea de su interés, la realidad es que muy poca población puede acceder a participar de esos eventos y por consiguiente, solo esos privilegiados son los que tienen la opción de comprar. En el mercado del arte, eso se encuentra muy direccionado a los ricos, que son los que manejan el negocio por su holgada billetera.

Si hablamos de números, podemos decir que la empresa líder en subastas de arte es la casa de subastas Sotheby´s, que llegó a su récord histórico de facturación en 2021, impulsado por este modelo de venta y la revalorización del arte por las subastas. Estamos hablando, de ingresos por más de 7.000 millones de dólares. Esos números, se asemejan a los de su principal competidor Christie, que estuvo en valores similares.

Como dato relevante y para entender la capitalización que tuvieron las personas ricas a través de invertir en arte con las subastas como canal comercial, lo que produjo esta revalorización, podemos decir que en 2020, es decir en año que apareció el Covid-19, los millonarios aumentaron un 7% su patrimonio y la riqueza creció un 32%. Es decir, en tan solo un año, tuvieron ese incremental en sus arcas. Esto, sin dudas, marca una gran diferencia frente a otras crisis mundiales, ya que en este caso, fue a través del arte que pocas personas pudieron acceder a comprar obras que sin dudas, ahora y con el paso del tiempo, tendrán un valor mucho más relevante.

Como conclusión, es oportuno remarcar que con tantos negocios cerrados a nivel mundial, se encontró en el arte, con las subastas como canal, una nueva forma de hacer negocios y capitalizarse. Además de eso, el resguardo económico sin dudas que es sustancial en comparación a otras inversiones que se podrían haber hecho. La realidad que ante mercados depreciados y sin actividad en todo el mundo, el arte encontró su veta, que le permitió vender a través de casas de subastas, sus productos en valores muchos más altos a los esperados.