Sale a subasta la mayor colección de coches a pedal del mundo
A principios del siglo XX, los coches a estaban en auge, siendo la felicidad para los más pequeños y para sus padres, que deseaban haber podido entrar en uno de esos pequeños autos. Este auge se origina especialmente en el corazón de la industria automotriz en América, Gran Bretaña, Italia y Francia. Aunque estaban especialmente dirigidos a niños, la mayoría de estos coches estaban tan bien hechos que replicaban a los de tamaño real: con carrocerías de acero esmaltado, capó y maletero practicables, luces intermitentes y faros, asientos de cuero, pedales ajustables y gomas de caucho en muchos casos. Algunos incluso tenían pequeños motores eléctricos.
Muchos de ellos han sido conservados en su forma original, lo que dió lugar a que se creara una pequeña industria alrededor de este tipo de vehículos. Los coches a pedal son parte de la historia automovilística y social, y la subasta representa una gran oportunidad, única en la vida para encontrar algunas rarezas fascinantes.
El Museo Elmer de coches y juguetes de Wisconsin es toda una institución en Estados Unidos.
Elmer Duellman fue un apasionado de los automóviles. Desde muy joven se dedicó a los coches en todas las facetas, como piloto, mecánico, preparador, vendedor o coleccionista.
A lo largo de casi 56 años de vida profesional, Elmer dirigió numerosos negocios de todo tipo, siempre relacionados con los autos y la competición, aunque en sus últimos años de vida se dedicó más a su faceta coleccionista y experto en coches a pedal que al resto de los negocios, dando forma a uno de los museos del automóvil más curiosos.
Su fallecimiento en 2019 es la razón por la que subastará la totalidad de este peculiar museo al que a lo largo de 26 años fueron dando forma Elmer y su mujer, Bernadette.
El museo, situado a las afueras de la pequeña ciudad de Fountain City, se fundó sobre un terreno de unas 36 hectáreas con una espectacular vista sobre el río Mississippi. El matrimonio Duellman empezó a crear esta peculiar colección en 1994, una mezcla entre museo y granero bien ordenado, lo que le daba un innegable encanto a la visita de esta curiosa exposición. En ella, además de autos, se podían encontrar carritos, aviones, casitas y un sinfín de juguetes para niños.
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Durante casi tres décadas los Duellman llenaron nada menos que cinco edificios con unos 120 coches clásicos, 175 motocicletas, 800 coches de pedales, 250 bicicletas, cientos de carteles publicitarios y juguetes a pila.
Los responsables de la casa de subastas Mecum han necesitado meses para catalogar, clasificar y documentar los casi 2.000 lotes que componen esta enorme subasta.
Pero además de la gran cantidad de automóviles clásicos, motos, bicicletas y toda clase de objetos relacionados con el mundo del automóvil y la competición, lo más llamativo son los casi ocho centenares de coches, aviones y tractores a pedal, algunos con un siglo de antigüedad, que salen a subasta. A todo esto hay que añadir la cantidad de correpasillos y otros artefactos que también componen la colección.
Elmer Duellman adquirió el primer coche a pedal en 1971, un modelo de madera con transmisión por cadena.
A partir de entonces la colección no paró de crecer y Elmer se empezó a centrar en los coches a pedal, convirtiéndose en todo un experto en la materia, además de escribir varios libros sobre el tema. En 2003 el matrimonio incluso donó uno de los modelos de su colección, un Cadillac de 1953, al Smithsonian de Washington DC para que se presentara como parte de una exhibición llamada “América en movimiento” dentro del Museo Nacional de Historia de América.
Los autos más codiciados
Entre los codiciados coches a pedal y aviones que se subastarán, se encuentra el que es considerado uno de los mejores autos de toda la colección: un Lincoln National American de 1927, con su marco de parabrisas, adornos del capó, faros, parachoques, guardabarros, suspensión, bocina y rueda de repuesto.
Dentro de esa inmensa colección también hay un American National Pedal Car original de 1925, el coche de color verde con ruedas rojas, que se había usado como silla para niños en una peluquería. También hay un Steelcraft Spirit of St. Louis Airplane original de la década de 1920, con fuselaje de metal y mecanismo de transmisión por cadena.
Entre los automóviles de la subasta hay verdaderas maravillas, algunas de ellas en un excelente estado de conservación que seguro harían las delicias de cualquier adulto como elemento decorativo.
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