Las subastas son una herramienta eficaz para promover la economía circular, dándoles un nuevo uso a los residuos y productos en desuso.
El mundo de las subastas puede ser fascinante en muchos aspectos. Además de servir para obtener artículos coleccionables o distintos activos para empresas, las subastas desempeñan un papel clave en la economía circular, cambiando la manera en que gestionamos nuestros residuos.
Al participar en una subasta, no solo adquirimos un producto, sino que estamos contribuyendo a un modelo económico más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
¿Qué es la economía circular?
La economía circular surgió como la respuesta para abordar los desafíos medioambientales y económicos que enfrentamos en la actualidad.
Este enfoque innovador busca minimizar el desperdicio y maximizar la reutilización de recursos, promoviendo la regeneración, reutilización y restauración de materiales.
En contraposición a la economía lineal, basada en la extracción, producción, consumo y desperdicio, la economía circular propone un flujo continuo, donde los residuos pueden reingresar al sistema productivo.
En Argentina, como sucede en muchas otras partes del mundo, se genera un promedio de 45.000 toneladas diarias de residuos sólidos, lo que equivale a una tonelada de basura cada dos segundos, con un claro impacto negativo en el medio ambiente.
En este contexto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha impulsado la economía circular a nivel mundial como un modelo económico que busca aprovechar y alargar la vida útil de los bienes.
Bajo esta premisa, las subastas surgen como un canal dinámico para darles una nueva vida a las máquinas industriales, chatarra y residuos electrónicos, conocidos como el “oro gris” del siglo XXI.
¿Cómo contribuyen las subastas a la economía circular?
Las subastas reducen el desperdicio
Las subastas tienen un rol clave en la economía circular al reducir el desperdicio. Pero, ¿Cómo es posible? Al proporcionar una plataforma dinámica para la compra y venta de bienes, permiten que los objetos que ya no se utilizan encuentren nuevas funciones, en vez de terminar en vertederos de basura.
Ya sea que se trate de autos usados, maquinaria, chatarra o repuestos, las subastas ofrecen una vía efectiva para darle una segunda vida a estos activos.
Respecto a la “chatarra”, un ejemplo destacado es el acero, un material completamente reciclable que tiene la capacidad de conservar sus propiedades, facilitando su reutilización en distintos productos. Las subastas de objetos de metal son una alternativa que permite a las empresas generar liquidez inmediata por medio de la venta de sus activos en desuso.
Las subastas promueven el reciclaje y la reutilización
En relación con el punto anterior, las subastas no solo actúan como vías para reducir el desperdicio, sino que también fomentan el reciclaje de los activos. A través de ellas, los compradores pueden adquirir productos que ya no se usan, lo que marca un ciclo continuo de compra-venta que prolonga la vida útil de los bienes y reduce la demanda de nuevos productos.
Además de los beneficios económicos, la reutilización y reciclaje generan un impacto positivo en el medio ambiente, evitando una sobreproducción y reduciendo la explotación de recursos naturales, mitigando así la contaminación asociada a la fabricación.
Si querés saber más acerca del reciclaje en la industria metalúrgica, visitá este artículo
Las subastas ayudan a crear nuevos negocios
Además de traer beneficios para el medioambiente y generar oportunidades a los comerciantes, las subastas son motores para la creación de nuevos negocios.
En este sentido, emprendedores y empresas pueden encontrar en las subastas una forma de dar a conocer sus productos y servicios de forma eficaz, lo que fortalece la economía local y al modelo de economía circular.
En este escenario, los compradores se benefician accediendo a precios competitivos y las subastas surgen como una gran alternativa para iniciar negocios escalables y de baja inversión, brindando acceso a una amplia gama de activos.
Un ejemplo lo encontramos en el mercado de bienes raíces, donde las subastas permiten a los comerciantes adquirir propiedades a buenos precios.
De manera similar, otro gran negocio es el de los vehículos para servicios de transporte. Mediante las subastas se pueden adquirir vehículos de calidad a precios más bajos que si se adquirieran como nuevos, facilitando la creación de negocios en el sector del transporte.
Otro de los negocios generados con las subastas es la compra y venta de chatarra, que requiere de menor inversión comparado con una planta recicladora de metal.
Como podemos ver, las subastas son un punto de partida para la creatividad empresarial y el desarrollo económico y al mismo tiempo desempeñan un papel crucial en la construcción de un futuro más sostenible, haciendo un gran aporte a la economía circular.
Si deseás obtener más información o participar de nuestras subastas, te invitamos a visitar nuestro sitio web.
