Sergio Massa se reunió con el equipo económico de Lula Da Silva en San Pablo y está impulsando el proyecto. Esta nueva moneda no implicaría la eliminación del peso ni del real y ayudaría al comercio bilateral.
Antes de ser electo presidente de Brasil, Lula Da Silva había dicho durante su campaña que pretendía crear una moneda única para América Latina con el fin de que la región no dependiera más del dólar.
Por su parte, meses atrás el presidente Alberto Fernández había dicho que con Brasil estaba la idea de integrarnos en una moneda común y “sería maravilloso concretarlo”.
En las últimas semanas de diciembre, poco antes de que Lula asumiera su mandato, Sergio Massa viajó a Brasil para reunirse con Fernando Haddad, ministro de economía de Lula, y con el vicepresidente electo Geraldo Alckmin. Entre otros proyectos, se habló sobre la posibilidad de poner en marcha una moneda común entre Brasil y Argentina que podría llamarse “sur”.
En el Gobierno sostuvieron que “la reunión fue muy buena porque los brasileños tienen una mirada muy parecida a la de Massa, creen que es una buena forma de evitar el paso por el dólar”.
Gustavo Martinez Pandiani, el subsecretario para América Latina de la Cancillería y asesor de integración regional de Massa, hizo un análisis de la visita e indicó que Argentina y Brasil avanzaron en una agenda común que incluye, además del proyecto de la moneda “sur”, el financiamiento a las exportaciones, el comercio bilateral y un gasoducto.
Cómo será la moneda “SUR”
La propuesta consiste en que sea una moneda regional y que luego el resto de los países de América del Sur puedan adherirse sin tener que renunciar a sus monedas nacionales.
Como señaló Martinez Pandiani “no se está hablando de una moneda única, sino de una común cuyo objetivo central es poder compensar el comercio en una moneda” y remarcó que “no sería una moneda que elimine monedas nacionales, sino una creada específicamente para las operaciones de comercio bilateral”.
A su vez también se abordó la posibilidad de que, una vez activa la moneda, se utilice un swap entre pesos y reales para compensar los déficit comerciales entre ambos países. Esto permitiría al gobierno evitar el uso de dólares de reservas para pagar importaciones provenientes de Brasil.
Desde el gobierno indicaron que la implementación de esta moneda es “realista” y podría ser rápida.
El 24 de enero se celebrará en Argentina la cumbre de la CELAC y se espera que Lula participe e incluso comunique su decisión de reintegrar a Brasil al bloque que actualmente preside Alberto Fernández.
La decisión de apartar a Brasil temporalmente había sido tomada por Jair Bolsonaro en enero de 2020 debido a cuestiones relacionadas con “la falta de resultados en la defensa de la democracia”.
Para el día siguiente, el 25 de enero, también se están preparando reuniones bilaterales de alto nivel en las que se intentará “aceitar” el mecanismo de la moneda común.
El Interés de Chile
El presidente de Chile, Gabriel Boric, expresó en un reciente reportaje que encuentra “interesante” la propuesta conversada entre Argentina y Brasil.
En la entrevista con Mónica Bérgamo, periodista de Folha, Boric dijo: “Tenemos que pensar fuera de la caja”, pero remarcó que los procesos regionales deben pensarse “en el largo plazo”.
“Pensemos en la experiencia europea. La Comunidad Europea del Carbón y del Acero (…) se fundó en la década de 1950. Y terminó en la Union Europea, que solo logró la moneda común casi 50 años después”, dijo.
Financiación del gasoducto Néstor Kirchner
Otro de los temas abordados en la reunión fue el financiamiento del segundo tramo del gasoducto llamado Néstor Kirchner y la posibilidad de conectarlo con el sur de Brasil.
La reunión con Geraldo Alckmin fue crucial ya que se encuentra a su cargo la institución que sería la responsable de proporcionar los fondos para la obra: el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).
Durante diciembre del 2022, la secretaria de energía, Flavia Royón, aseguró que se obtendrá un financiamiento de aproximadamente $689 millones para ampliar un 30% la capacidad de transporte de gas.
La funcionaria señaló que “el primer tramo estará terminado en junio de 2023 y representará un ahorro de $2200 millones en importaciones”.
Además agregó que “en cuanto al segundo tramo, hemos obtenido el financiamiento de $689 millones del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil y $540 millones de la Corporación Andina de Fomento”.