Los vehículos autónomos están revolucionando el sector industrial y ofrecen un gran potencial para mejorar la eficiencia, la seguridad y la productividad.
Los vehículos autónomos se mueven sin la necesidad de tener un conductor al volante, gracias a tecnologías avanzadas que les permiten desplazarse identificando obstáculos, reconociendo a otros coches, transeúntes y determinando las rutas más óptimas para desplazarse de un lugar a otro.
Estos vehículos no sólo están transformando el sector automotriz sino que están cambiando la forma en que las industrias llevan a cabo sus operaciones.
En este artículo exploramos las ventajas, aplicaciones y desafíos que rodean a los vehículos autónomos en entornos industriales.
Ventajas de los vehículos autónomos en entornos industriales
Eficiencia
Empecemos hablando de la eficiencia, uno de los principales beneficios que introdujeron los vehículos autónomos en el sector industrial.
Estos pueden operar de forma continua, sin necesidad de descansar, optimizando los tiempos y la productividad.
Por otro lado, tienen precisión en sus movimientos, reduciendo el riesgo de errores humanos, traducido en una mayor consistencia en las operaciones.
Con la ayuda de la inteligencia artificial, estos vehículos pueden procesar grandes cantidades de datos y tomar decisiones rápidas, como identificar las mejores rutas para minimizar el tiempo en carretera, conducir a una velocidad óptima y aumentar así la eficiencia de las empresas de logística.
Además de la optimización del tiempo, las empresas pueden ahorrar una suma significativa de dinero relacionada a los costos de contratatación de conductores para el transporte de mercancías.
Seguridad
La seguridad es una preocupación recurrente en cualquier empresa y los vehículos autónomos están haciendo importantes contribuciones en este aspecto.
Según un estudio publicado en el 2020 por el Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), el 94% de los accidentes de tráfico del mundo se producen por errores humanos.
Los coches autónomos, equipados con sensores y sistemas de navegación avanzados, pueden detectar obstáculos, personas y otros vehículos en su entorno de forma precisa, reduciendo drásticamente el riesgo de accidentes.
Como consecuencia de la seguridad mejorada, también se minimizan los costos del seguro, algo que impulsará a las compañías aseguradoras a aceptar una prima más baja para los coches autónomos en el futuro.
Flexibilidad
Otra ventaja clave que ofrecen los vehículos autónomos es la flexibilidad. Tienen la capacidad de adaptarse a distintas tareas y entornos, siendo ideales para empresas que tienen una amplia variedad de servicios de transporte y manipulación de materiales.
Estos vehículos pueden programarse para llevar a cabo distintas funciones, brindándole a las empresas la versatilidad necesaria para satisfacer las demandas cambiantes del mercado.
Pueden trazar trayectos óptimos sobre la marcha, sorteando obstáculos imprevistos.
Una gran ventaja de esta tecnología es que puede implantarse en cualquier vehículo comercial y en la flota de vehículos ya existente de la empresa, aportando un beneficio extra, ya que permite actuar sobre el vehículo de forma automática y manual en caso de ser necesario.
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Aplicaciones de los vehículos autónomos en entornos industriales
Transporte de materiales
El transporte de materiales en almacenes y fábricas es una de las principales aplicaciones que se están viendo de los vehículos autónomos. Pueden mover cargas pesadas de manera segura, reduciendo la necesidad de mano de obra y evitando lesiones.
Estos vehículos utilizados en la gestión de materiales toman el nombre de AGV (Automated Guided Vehicles) y se basan en la utilización de rutas preestablecidas, con sistemas de guiado, así como de control y gestión.
Por otro lado, un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante, España, ha desarrollado una tecnología implementada sobre vehículos convencionales que permite el movimiento y transporte de cargas en espacios complejos, sin necesidad de un operario al volante.
Esto permite programar los vehículos para circular de forma autónoma realizando un mapeo del entorno a través de sensores y sistemas de visión artificial.
Manipulación de materiales
Además de transportar los materiales, los vehículos autónomos pueden encargarse de manipularlos. Muchos de ellos poseen brazos robóticos y sistemas de agarre capaces de cargar, descargar y posicionar materiales de manera precisa.
Los AGV son capaces de mover los materiales sin necesidad de intervención humana y pueden ser más o menos inteligentes según el tipo de tecnología.
Inspección
Estos vehículos autónomos se destacan en la inspección de entornos industriales, pudiendo recorrer áreas extensas monitoreando y registrando datos, lo que puede ser especialmente útil en la revisión de infraestructuras, instalaciones de energía y procesos de fabricación.
En lugares de difícil acceso como instalaciones nucleares, industrias donde se utilizan sustancias tóxicas y en áreas con peligro de derrumbe, estos robots pueden acceder a inspeccionar el lugar garantizando la seguridad de los operarios y reduciendo los errores que pueden derivarse de las malas condiciones del entorno.
Retos de los vehículos autónomos en entornos industriales
Costos
Si bien los vehículos autónomos son fundamentales en el avance de las industrias, uno de los principales desafíos está relacionado a los costos iniciales.
La adopción de tecnologías avanzadas y la infraestructura necesaria para llevar a cabo estos cambios implica costos significativos, aunque es clave entender que son una inversión a largo plazo.
Por otra parte, en el ámbito de los vehículos autónomos para el traslado, la infraestructura gira en torno a la cobertura de la red 5G, que todavía es costosa y no está muy difundida, razón por la cual los gobiernos seguramente tardarán más de lo esperado en invertir lo necesario para el óptimo desempeño de estos vehículos en las rutas.
Fiabilidad
La fiabilidad es otro reto en el despliegue de esta tecnología. La seguridad y la eficiencia de los vehículos autónomos dependen de la confiabilidad absoluta de sus sensores y sistemas de control.
Es una realidad que, a pesar de los grandes avances que hubo hasta la fecha, estos vehículos se han visto involucrados en algunos accidentes, lo que puede repercutir en la confiabilidad a la hora de utilizarlos.
Otro problema que surge respecto a la fiabilidad es la conexión directa de estos vehículos con el entorno, que plantea cuestiones sobre la protección de los datos de las empresas. La necesidad de tener un buen sistema de funcionamiento de los vehículos autónomos sin comprometer la integridad de la información, son una pieza clave en este cambio.
Legislación
La regulación en torno a los vehículos autónomos varía de un lugar a otro y está en constante evolución. Adaptar la legislación para poder usar estos vehículos se presenta como un desafío para garantizar la seguridad y al mismo tiempo fomentar la innovación.
La Convención de Viena sobre circulación, que establece que un conductor debe estar en todo momento a cargo de su vehículo, fue modificada con el fin de autorizar experimentos con vehículos autónomos. Sin embargo, la implementación de esta evolución no está exenta de desafíos, especialmente cuando se trata de vehículos de transporte colectivo y taxis autónomos, que aún requieren la presencia de un conductor humano para tomar el control si es necesario
Países como Singapur, Inglaterra y Estados Unidos, ya empezaron a ajustar sus legislaciones para permitir pruebas con estos autos. Sin embargo, aún está vigente un gran debate: en caso de un accidente con un vehículo autónomo, ¿quién asume la responsabilidad? Este es solo un ejemplo de las preguntas que aún siguen sin tener una respuesta definitiva en el ámbito legal.
Otro asunto tiene que ver con la recolección de datos. La cantidad de información que puede ser captada por estos vehículos puede ser muy valiosa para empresas: rutas, ubicación, mensajes y otras acciones, que deberían ser protegida legalmente.
No existen dudas de que los vehículos autónomos están transformando positivamente la forma en la que operan las industrias y la relación de los humanos con la conducción. A pesar de los desafíos, que son varios, el futuro de los vehículos autónomos parece muy prometedor y creemos que no tardará en llegar a ser de uso común en las empresas.
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